Cuadernos. Solo alguien sin alma puede pasar por Tokio sin volver con papel en la mano. Toma entrada condescendiente. Pero para conocer la ciudad hay que entrar en Ito Ya y ver a personas de todas las edades eligiendo tarjetas, cuadernos y muchos objetos no identificables. Todas en silencio, todas moviéndose con calma, todas haciéndome sentir una bruta.
Mascarillas: Monodosis, en paquetes de 28 ( sobran dos días del mes?), de ácido hialurónico, de colágeno, de muchas cosas más que no quiero saber…Mascarillas. Las mascarillas son las castañas asadas de los tokiotas, las venden en cada esquina. El formato es siempre el mismo: son un tissue húmedo que se extiende sobre la cara a lo Hannibal Lecter y se deja actuar durante 20 minutos.
Horquillas. Hemos inventado Internet pero no hemos logrado nada que mejore este invento. Una horquilla puede ser la garante de nuestra seguridad capilar. Estas, en su estuchito de plástico y compradas en Daiso, me conmovieron.
Guantes de taxista. En Tokio los taxistas usan guantes blancos y no llevan la radio puesta y el coche huele a limpio y no dan rodeos. Estos guantes (sugerencia the Cristina Mitre) van a servirme para tratamiento hidratante intensivo en las manos. Me pondré mucha crema en ellas y luego los guantes. ¿Sexy? No mucho, pero usaré los guantes cuando nadie me vea y reapareceré en sociedad con las manos muy suaves.
Gamuzas limpia gafas: Otro objeto conmovedor y hermosamente absurdo. Hay que ser un pueblo delicado para elegir estos tres colores y formar con ellos un trío de humildes gamuzas.
Camisa blanca: la enésima camisa blanca de mi esperanza. Tampoco se ha inventado aún una prenda de vestir que mejore esta.
Si vendieran aquí las mascarillas así creo que sería un bombazo.
Un saludo.
http://www.atitelavoyacontar.blogspot.com
me perdí de algo o solo hay 5 regalos?? 🙂
A mi también se me hubiera ido la mano con las mascarillas. Me encanta ese formato tan cómodo!
Me ha encantado todo! Qué buenas ideas me das…
¡Qué entrada más deliciosamente zen! Me encantan las libretas, mascarillas, las gamuzas, las horquillas, las camisas blancas y los guantes de algodón (6 cositas monísimas)
Es todo muy práctico. Te pones las horquillas para recogerte el pelo para poder usar una mascarilla a la vez que te haces el tratamiento de hidratación de las manos y aprovechas para usar los guantes de taxista de taxi que huele a limpio. Al finalizar, estrenas tu camisa blanca de fondo de armario y te sientas con las piernas sobre el sofá para escribir las primeras letras con mimo en el libro de notas justo después de limpiar las gafas con la gamuza lila. Así, como idea de optimización de autoregalos…