El blog. Escribir un blog es como ir al cine o usar el teléfono fijo: un ejercicio de resistencia. Estos meses he dudado de si tenía sentido escribir en un blog que lee poca gente, cuando ya escribo en medios que lee más gente y cuando existen Instagram, Twitter y demás zarandajas. Mi conclusión es que sí porque, en realidad, me importa un pimiento el formato. Me gustan las palabras, se posen donde se posen. Hasta en un rapto de locura me he prometido escribir todos los fines de semana. Yo y mis autopromesas, mis livianas autopromesas.
Imagen: El Hotelito.
La vida. Así de dramática es la segunda razón. La vida, la condenada, no me ha dejado. Lo explico y me lo explico. Escribo cada día desde que tenía 18 años. Mi trabajo consiste, en gran parte, en escribir. Lo disfruto mucho. No quiero dejar de hacerlo. Cuando llevo ocho horas escribiendo para otros no debo escribir para mí. No debo porque estoy cansada. No debo porque no quiero. En ese momento quiero un vino en compañía o un libro o una sopa en soledad.
Tras un año hiperactivo (Laconicum, lesiones, libro, todo con L) quizás he tenido el tiempo pero no he tenido ganas. Demasiadas series, libros atrasados, personas atrasadas. La vida es con ganas o no es. El otro día, mientras dormía una siesta en un hotelito de Gredos, me entraron ganas. No llevaba ordenador (menos mal) y anoté en un papel: “Cuatro razones por las que llevo meses sin escribir en Chicalista y una por la que vuelvo a hacerlo”. Una semana después me siento a escribir, una vez que he decidido que ya veré Julieta uno de estos días, que hoy llueve y prefiero quedarme en casa.
Las listas. Hay demasiadas. No hacen falta más. Las listas son como la cosmética, nadie escapa a su influjo. Todo el mundo se ducha y todo el mundo intenta ordenar el mundo. Tengo un libro que se llama Listas Memorables y las leo y releo; cómo mejorarlas. Yo era una yonqui de las listas pero con los años me estoy transformando en un ser desordenado que ni siquiera hace la lista de la compra. Chicalista (hablar de mí en tercera persona, esa orden del ego) apenas hace listas. Desmonto a Chicalista de un plumazo. Escribo pocas, importantes y no se las enseño a nadie. Pero es cierto que la realidad se entiende más rápido (que no mejor) en forma de lista. Hay algo plásticamente hermoso en ellas, así tan ordenaditas y en fila. También tienen un no se qué calmante. He entrado en crisis con ellas pero las he vuelto a abrazar. Pongo en crisis todo lo que me importa.
Imagen: J Bennett Fitts
Las piscinas. En mi tiempo libre me gusta buscar piscinas. Ser cazadora de piscinas exige dedicación. Hay que pasear, estudiar, mirar y preguntar. Me he embarcado en una exploración loca que consiste en encontrar y leer sobre piscinas. Descubro las fotografías de J Bennett Fitts, tiro del hilo y salto a los fotógrafos de moteles. Encuentro un artículo sobre la Casa Huarte y quiero encontrar piscinas en Brasilia (apenas hay). Veo A Bigger Splash , la última película de Luca Guadagnino, y dejo todo para ver la original de Jacques Deray. Así todo. Esta afición carece de fin práctico y por eso me encanta. Soy la persona menos práctica que conozco y me ha ido bien viviendo en mi limbo teórico. En una piscina se concentran algunas de las cosas que me inspiran: la arquitectura, los viajes, el placer. Voy a escribir un libro de piscinas. No sé cómo ni cuándo (¿en 2017?) pero espero sea algo tan absurdo y bonito como una piscina vacía.
Las personas. Estos meses me he ido encontrando personas que, en medio de una conversación, me decían: “vuelve a escribir en Chicalista”. Y yo me hacía la ruborizada y con falsa humildad soltaba cualquier frase. Detesto la falsa humildad. Una de esas personas fue Belén Rubiano, autora de unas de mis cuentas de Instagram favoritas del mundo. Un día, en el mercado de Feria yo le dije: “Escribir es como pensar” y ella dijo: “No, escribir es vestir el pensamiento”. Es verdad. Me gustan mucho los vestidos bonitos.
Imagen: A Bigger Splash
Tú también eres analógica, muy analógica, creo. Recuerdo cuando tú me lo dijiste en Jai-Alai, en la presentación de Mansos. Yo he comenzado un nuevo blog, #panerido, fotos en blanco y negro, letras juntas y escape, también. Escribes «pizpireto» y bonito. No lo dejes, maja.
🙂
Más bien #panherido. 😳
Qué ilusión de «regreso» !!! Siempre inspiradora
Espero que el ejercicio de resistencia dure entonces, y también espero ese libro de piscinas claro.
No lo dejes, no nos dejes. No sé si somos muchos o pocos los que te leemos, pero te somos fieles y nos alegras la vida. La vida con tus palabras es, siempre, mejor.
haleluya! listas, listas, listas!
Me encanta que hayas vuelto.