Chicalista

La vida es un caos. Necesita listas.

Veintiún días con SK II

 

Un día recibí una llamada. SKII me proponía un reto: usar durante 21 días la SK II Facial Treatment Essence, uno de los corazones de la marca. Acepté, claro. Tenia mis motivos: nunca la había probado,  Cate Blanchett, su prescriptora, no podía estar equivocada y adoro los rituales.

Día 1. Recibo una gran caja roja. Incluye un frasco de cristal con la Facial Treatment Essence, tres Facial Treatment Masks que tendrñia que usar cada semana y un cuaderno rojo de Ordning&Reda. Durante 21 días tendré que seguir este protocolo y anotarlo en el cuaderno. Coloco cada cosa en su sitio. Conservo la caja vacía para guardar algo en un futuro, no se qué.

Dia 2. Yo confío, como Tennessee Williams, en la bondad de los desconocidos. También en la de los cosméticos desconocidos. Me limpio la cara. Vierto unas gotas de Esencia en las manos y la extiendo por cara y cuello. Es una sensación limpia y un poquito de geisha aplicada.

Día 3. Noviembre. Hoy vuelo a Dubai y horreur: no me puedo llevar este envase tan grande. Salgo corriendo a comprar uno pequeño que, cual científica, lleno con esta pócima mágica. La meto en la maleta. Corro hacia el aeropuerto. Esa noche, la uso en el baño del avión de Emirates.

Día 4. Hace un calor tremendo en Dubai. Tomo el sol por el placer de hacerlo en Noviembre. De nuevo repito el gesto: esencia en las palmas de las manos y a refrescarme la cara coloradita tras el sol de Oriente Medio

Día 5. Viajo a Abu Dhabi. El clima es húmedo y mi piel no necesita mucha más hidratación además de la Esencia.

Día 6. Vuelvo a Dubai. Necesito dormir, pero me llaman la piscina, el Dubai Mall, el más grande del mundo y el trabajo, que es a lo que he venido. Por la mañana y por la noche vacío mi botecito pequeño en lo que ya es un acto casi reflejo.

Día 7. Vuelvo a España. Hoy toca mascarilla. Me coloco horizontal, gran posición y la pongo sobre mi cara. Me siento Elena Anaya en La piel que habito pero sin miedo. Me sirve para descansar duranyte 20 minutos en la oscuridad.

Día 8. Mi piel está algo bronceada, algo nada cool en verano pero mucho en invierno. Sigue sin necesitar mucha hidratación a pesar del sol y los aviones.

Día 9. Hoy casi me ducho en la Esencia. La extiendo por brazos y escote esperando como el maná, los beneficios de Pitera®, un ingrediente extraído de una de las 350 cepas de levadura estudiadas por los científicos de SK-II durante años. Nuestros respeto hacia la Pitera®.

Día 10. Panic mode: han vuelto los granitos que me salieron hace un mes. Una profesora me dijo una vez: “llegará un día en que tendremos arrugas y granitos”. Lo soltó como una maldición. Ese día llegó a principios de Otoño. Dudo si seguir con el protocolo SK II. Lo consulto, leo y releo y entiendo que, por las propiedades de la formulación puede ser hasta beneficioso para la cara. Sigo.

Día 11. Siguen los granitos, que yo veo enormes, como granadas de mano, y el resto del mundo ignora. Continuo rociándolos cada día con la Esencia. Mejoran.

Día 12. Sigo, entre el miedo y la confianza mirándome más minutos de los debidos al espejo. Todo va bien.

Día 12. Mi piel vuelve a portarse bien. Menos mal, porque tengo una boda. Lo uso tras la ducha, para preparar la piel para el maquillaje. Tacones, girl talk con una amiga, un tequila ( reposado y añejísimo) rápido para entonar y a la fiesta.

Día 15. Hoy son las Elecciones Generales y toca mascarilla. Dos grandes hitos. Me encanta el color de mi piel. No tanto el del país.

Día 16. Trabajo todo el día en casa. Repito ritual dos mañana y noche. Mi piel no ha perdido tono. Por las noches no uso hidratante extra. Vivo al límite.

Día 17. Hoy vuelo a Paris. Dudo si hacer trampa y saltarme el tratamiento dos días. No lo hago: soy una chica formal. Vuelvo a llenar la botellita. Esta esencia parece una azafata de la Pan Am

Día 18. Despierto en el Mandarin Oriental y me embadurno de Pitera. Una hidratante con color y me meto en Uniqlo. Mañana japonesa en Paris.

Día 19. Ya queda poco. Queda mucha cantidad en mi botella ( grande) de cristal. Tengo tentaciones de ducharme en Esencia pero las descarto: una japonesa nunca lo haría.

Día 20. No soy Cate Blanchett pero, teniendo en cuenta el mes de aviones, elecciones y ajetreo, mi piel tiene un color estupendo y una elasticidad notable.

Día 21. Último día. Última mascarilla. Le dedico media hora al final del día, me tumbo en la cama con ella puesta mientras oigo llover. Último día. Definitivamente, continuará.

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2 comentarios el “Veintiún días con SK II

  1. Prima
    diciembre 4, 2011

    Babeo, literalmente, por todo el ritual, incluidos viajes, hoteles, mascarilla…

  2. Laura
    diciembre 13, 2011

    ¿Y no puedo hacer yo también de conejillo de indias? Me ofrezco voluntaria…

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Esta entrada fue publicada el diciembre 4, 2011 por en Belleza.
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