Madrid- Hyatt Centric Madrid
Comencé el año durmiendo en un hotel recién abierto en mi propia ciudad, que es algo que me cambia la mirada.
Madrid– Ritz Mandarin Oriental
Antes que cerrara el Ritz pasé allí una noche y un día. Invité a algún amigo a tomar champagne y todo resultó fabulosamente decadente.
Barcelona- Almanac
El hotel se inauguró con una fiesta à la Gran Gatsby. Me gusta cuando la fiesta transcurre en el mismo hotel. Disfruto más sabiendo que la cama está cerca.
Londres-The Bloomsbury Hotel (The Doyle Collection)
Tuve mi propia habitación propia en Bloomsbury. Check.
Marrakech-La Mamounia
El hotel en el que más noches he pasado este año no es un hotel: es La Mamounia. Bañarse en febrero en una piscina (propia, como la habitación de Bloomsbury) fue algo importante.
Seúl/Corea del Sur- 28 Myeongdong (Small Luxury Hotels of the World)
De este hotel me gustó todo: la localización entre plantas de un edificio del centro de Seúl, su inspiración loca en el cine coreano, el belgogi del desayuno y que nadie nos entendiera nunca pero nos sonriera siempre.
Rois (A Coruña). Pazo de Faramello
Uno de mis lugares favoritos de toda España. Días de lluvia, empanadas y camelias.
Lamego, Portugal- Six Senses Douro Valley
Aquí estuve aprendiendo a dormir bien. De paso, comí bien y me bañé bien.
Elche (Alicante)- Jardín Milenio
Música y palmeras. Una noche de asilo.
Calpe. Hôtel Bahía Calpe
El primer baño del verano.
Chambord, Francia. Relais de Chambord
Abrí la ventana de la habitación y me encontré un castillo.
Glasgow. Radisson Red
Desde este hotel vi la Moción de Censura por televisión. Fui a Glasgow excusa del centenario de Mackintosh y me encantó.
Paris-Hotel Intercontinental
Estuve en el Roland Garros, vi jugar a Nadal y dormí en una buhardilla parisina. Un guiño de la vida.
Copenhague-Hotel Sanders
Uno de los hoteles más bonitos y con más personalidad de los últimos años.
Sardón de Duero, Valladolid. Abadía Retuerta LeDomaine.
Me acuerdo del spa. Me acuerdo de la piscina. Me acuerdo de dormir en una abadía del siglo XII. Me acuerdo de un encuentro sorpresa con una amiga de la infancia.
San Miguel de Tabagón (Pontevedra). Bodega Santiago Ruiz.
Dormir en una bodega en la que no se puede dormir. Y qué estupenda anfitriona.
Londres-Kimpton Fitzroy (antes The Principal)
La suite más grande y elegante del año y en la que menos tiempo pasé. ¿La mejor ducha del año?
Sevilla. Hotel Mercer
Otro hotel en mi propia ciudad (tengo dos). Fue uno de los días más calurosos del año y dentro todo era frescor. Tuve la piscina para mí sola.
Marrakech-La Mamounia
Repetí hotel. Repetí riad dentro del hotel. Repetí baños a primera hora de la mañana y a última de la noche. Repetí paseos matutinos escuchando atentamente el sonido de la gravilla de los jardines. Repetí Mamounia.
Montenegro. Iberostar Grand Perast
Llegé a Perast y vi un pueblo de aire veneciano y dos islas dentro de la bahía de Kotor y me froté los ojos varias veces.
Londres-London at Ten Trinity Square (Four Seasons)
Premio al hotel más majestuoso del año (y con las mejores fresas).
Paris-Hotel de Berry (A Luxury Collection Hotel)
Elsa Schiaparelli vivió aquí y yo dormí aquí. Ambas mirábamos su jardín por la ventana.
Marrakech-Riad 11 Zitoune
El año terminó con un viaje cargado de emociones, que es una expresión que siempre quise escribir y no encontraba el momento. Aquí está.
Nota: solo han entrado en esta lista los hoteles en los que he pasado, al menos, una noche.