1. Medias blancas. Ya las llevé cuando tenía doce años, no veo necesaria la regresión. No la veía. (Bottega Veneta)
2. Encaje. Peligroso como una central nuclear agrietada. Exige tanto que hay que pedir un día de asuntos propios para buscar el look adecuado. (No.21)
3. Estampados. Yo soy lisa. Pero también cambio de opinión cada día. (Marc by Marc Jacobs)
4. Dos moñitos. No es una prenda, pero sirve lo escrito en el punto 1. (Prada)
5. Escamas. No soy un pez, no quiero escaparme entre los dedos de algunos. (Louis Vuitton)
6. Abrigo extralarge. Demasiada tela, demasiada ropa, demasiada presencia. (Michael Kors)
7. Abrigo de pelo largo. Yo ya tengo el pelo largo. (Matthew Williamson)
8. Vestido Mildred Pierce. Hay que ser Kate Winslet para no parecer un extra de Amar en tiempos revueltos, pero aún así quizás le de una oportunidad. Una.
Me ha encantado tu selección, casi podría ser la mía. ¡Muy bueno! 🙂
Esas medias blancas son preciosas, nena!
Un extra de Amar en tiempos revueltos!!!! Buenísimo, jeje
Yo soy demasiado fashion victim para decir de este agua no beberé, glups!
Unos motivos que comparto totalmente. Sólo añado que el encaje tiene que ser bueno. Londres está lleno de vestidos de tía Remedios (así les llama una amiga) pero las inglesas saben darle el contrapunto. Yo los he dejado en su percha.