1. En otra vida sería afinadora de quesos. Podría empezar por Asturias, donde dicen (un francés seguro que me lo discute) que hay la mayor densidad de quesos de Europa. No son fáciles pero son deliciosos. Uno de ellos tiene un nombre extraordinario: Afuega´l pitu. El Casín sólo se fabrica en la quesería de Reciegos, y lo hace una mujer que es un ejemplo perfecto de que el I+D+I es el secreto para salir de cualquier crisis: Marigel, la Quesera Mayor de Asturias. Es un queso que está aburrido de ganar premios. Yo no me aburro de comerlo.
2. Si duermes en el NH Palacio de Ferrera de Avilés estarás a un grado de separación de Brad Pitt, que durmió aquí cuando vino a conocer el Centro Niemeyer. También de Woody Allen, que rodó en su jardín inglés Vicky Cristina blabla.
3. El Niemeyer no sólo es un edificio acariciante. En su auditorio actuará este otoño The Bridge Project con Richard III y el mismísimo Keyser Sözé, perdón Kevin Spacey. Quedan meses pero hay que anotarlo en la moleskine ya.
4. El Niemeyer ha agitado tanto a la región que hasta se han inventado dulces inspirados en él. Si pides una Cúpula de Avimeyer en el café del Ángel te darán un dulce semicircular. A Niemeyer le gustaría.
5. En el Valle del Nalón hay una escuela preciosa de la época de la dictadura de Primo de Rivera, de finales de los 20. Es parte de la ruta «La Aldea Perdida de Palacio Valdés» y remite al paraíso perdido de la infancia, de muchas infancias.
6. En La Nueva, en la plaza del Pozo de San Luis, hay una Casa de Máquinas que es majestuosa. Estos edificios eran sólo funcionales, pero a éste, allá por 1929, le dotaron de una gracia especial. Es la obra cumbre de la arquitectura industrial de la zona.
7. Hay un rincón que me recuerda al Tenement Museum de Nueva York. Está en el Barrio Urquijo, en La Felguera; es una casa que se ha conservado para enseñar cómo vivían los trabajadores de la siderurgia a principios del siglo XX. A veces sólo hacen falta unos metros cuadrados y una cama para lanzarte una lección de Historia Económica y de Ciencias Sociales.
8. Idolatramos la fabada, pero hay vida más allá de ella. En Asturias puedes comer tiradito de pez mantequilla maridado con remolacha en un estrella Michelín como el de Koldo Miranda. También gambas rojas de Palamós casi crudas, setas con chipirones y arroz de foie con erizos en un gastrobar como LLamber, en Avilés. En Asturias se come cada día eso que en otros sitios se cotiza tanto como un bolso Kelly: comida orgánica.
¡¡Un asturianu te da las gracias por este post!!
Todavía tengo pendiente visitar Asturias. Es un viaje imprescindible que no debería posponer más. Y más después de tu post. ¡Qué ganas!
Os faltó ver el Oriente. No os lo perdais en el próximo viaje. La Sierra del Cuera es majestuosa y misteriosa, tiene mil caras dependiendo del dia y nos brinda una costa con una plays y acantilados para verlos cuando cerramos los ojos para relajarnos.
Os esperamos a todos . Besos
Lo mejor de la escuela es que aun 7 alumnos siguen acudiendo a ella. El trasgu la fronda una empresa de actividades turisticas de la zona realiza rutas guiada en las que describen la novela «la ALdea Perdida»y cuenta la historia de asturias y del escritor Palacio Valdes. Os dejo un enlace. http://eltrasgulafronda.wordpress.com/
Que maravilloso lugar!
Yo fuí a esa escuela de peque 🙂 que ilusión verla… Antes estaba un poquillo mejor el suelo pero poquito a cambiado. ¡Entralgo mola!
Hermoso lugar, un paraíso en la tierra.
Me encanta Asturias y sobre todo su gente besoos