Once razones por las que me gustan los domingos

1. Porque arrastra mala fama, porque nadie los quiere. No tienen nada que hacer frente a, por ejemplo, un Jueves o un Viernes, los niños bonitos de la semana.

2. Porque son lentos y largos, días pensados para dejarte llevar. Los otros días te llevan a tí.

3. Porque, ¿qué otro día puedes tomar un Bloody Mary antes de las dos de la tarde sin sentirte una diva de Hollywood en decadencia?

4.Porque, como escribe Elvira Lindo hoy en «El País» » llevamos impreso en la memoria el calendario escolar». Y a mí eso me gusta: repasar si los deberes están hechos me parece sano.

5.Porque Zara está vacío y me puedo comprar, como he hecho, un vestido tan bonito como este

6.Porque es día de rituales. El domingo es día de cine, aunque en también lo fue ayer (Carlos, Assayas forever) y el jueves ( Scream 4); los domingos se ven las pandillas de sesentonas guapas con el pelo bien cardado y traje de chaqueta yendo, no a ver películas, sino al cine y eso me encanta. En dos horas estaré, de nuevo, sentada en la oscuridad.

7.Porque después del cine, aún hay tiempo de ver una serie. Por ejemplo, un capítulo de The Killing, un «Twin Peaks» sin brotes surrealista donde siempre llueve.

8. Porque después de la serie sigue habiendo tiempo para agarrar dulcemente «Los enamoramientos» de Marías y pensar en su tesis sobre la disponibilidad.

9. Porque los domingos habemus Magazine del New York Times; sólo por eso, este día ha de ser venerado.

10.Porque los domingos se escucha al cuerpo más que ningún otro día: si quiero almorzar a las 4 está permitido, si entra sueño, hay siesta, vaya, tengo la piel seca, voy a darme una mascarilla…

11.Porque me gustan los lunes. No tengo nada que temer.