1. Hummus en pequeños tetrabricks. Pequeños, portátiles (¿quién no lleva en el bolsillo un poco de hummus?) y listos para epatar a visitas improvisadas.
2. El último New Yorker. Qué felicidad, una revista sin fotografías, que tardo una semana en leer, que termina arrugada en el fondo del bolso.
3. El directorio de Bergdorf Goodman que irá a mi vestidor una vez que me atreva con su «extreme makeover». Cuando me preguntan qué ver en Nueva York , y me preguntan mucho, siempre incluyo una ruta por los grandes almacenes de Uptown. Me da igual si quien me lo pregunta no sabe aún que Lanvin y H&M van a hacer una colección cápsula. De hecho, da igual si no sabe quién es Lanvin o no entiende a qué viene lo de cápsula.
No importa: BG es Nueva York, es solidez americana, es un reducto ajeno a crisis, ajeno a la vida, ajeno a todo. Es uno de esos sitios casi delirantes en los que sientes que el mundo sigue rodando aunque fuera llueva.
4. La revista de Bergdorf Goodman. No deja de ser el catálogo de una tienda, pero qué catálogo y qué tienda.
5. Chocolate negro de Dean&Deluca. También para visitas imprevistas. Y para mí, que sí que soy imprevisible.
Wow!!
¡Que regalos tan increíbles! New Yorker me encanta, nunca he tenido oportunidad de ir a NY.
Saludos.
Yo es que debo ser muy rara pero es que nunca llevo hummus en el bolsillo. Es como si yo te digo ¿quién no lleva alguna vez números de la pescadería o charcutería en los bolsillos? Besos guapa
Te invito a que subas a La Azotea esta vez… tenemos algunas cosas en común… 😉
Besos y ya me cuentas, chicalista
Acabo de conocer tu blog por la azotea de smilax y es una pasada el post sobre hoteles me ha encantado que impresionantes =) un blog muy interesante =)
Ey, como la mía hoy ha sido una visita imprevista me has invitado a un chocolatito de Dean & Deluca jejejeje
Efectivamente, en Bergdorf Goodman no importa que llueva fuera, es fascinante… nena, vámonos a nueva york!!!