Chicalista

La vida es un caos. Necesita listas.

Diez cosas que hay que hacer, de manera obligatoria, en Mexico DF

1. Ir a la la Casa Luis Barragán, uno de mis lugares favoritos del Planeta Tierra. Pura espiritualidad, pura emoción, pura arquitectura.

2. Recorrer la Condesa mirando puertas, portales, ventanas y cornisas. En el DF hay una concentración de arquitectura del siglo XX espectacular. En la Condesa hay muestras de estilo Art-Nouveau, neocolonial, funcionalista, ecléctica, racionalista pero sobre todo, Art-Decó. Había dinero y gusto en ese momento y esta colonia es un delirio para fetichistas de ese estilo, verbigracia, yo. Esta visita incluye peregrinaje al Edificio Basurto. Si nadie mira, podemos ponernos de rodillas y mirarlo con devoción.

3. Comer. Ya sea en una taquería popular tipo El Farolito, una mansión porfiriana como la de Rosetta o un clásico como Contramar, pero comer con ganas, calma y amor. También beber. Beber zumos de frutas, café de puchero, michelada, clamato y, la nueva pócima redescubierta, el mezcal.

4. Comprar alebrijes (una cultura que se inventa animales se merece todo el respeto), máscaras de luchadores, cerámica negra…Comprar artesanía que es un reducto absoluto de refinamiento y un valor que salvará muchas industrias.

5. Visitar librerías. Sirve cualquiera de El Péndulo: la de Polanco tiene un programa de actividades estupendo. Sirve El Centro Cultural Bella Época, o Rosario Castellanos, en la Condesa, inmensa pero con alma de librería pequeña. Allí es importante pedir un zumo de mango con chile mientras rematamos ese libro que llevamos en el bolso.

6. Recorrer el centro histórico, repleto de joyas como la Camisería Bolívar, la Pinacoteca Virreinal, la Jersey el Salón Los Angeles, el Sanborns de los Azulejos o el Zinco Jazz Club. Cadenas de moda de todo el mundo: esperad un poco para llegar a esta zona de Mexico, que así tiene alma, corazón y vida.

7. Visitar el Downtown, mirar los árboles que se transforman en parque, subir a la terraza y mirar tejados, iglesias y disfrutar de su piscina de cemento. Se puede dormir en el mismo hotel o en su versión hostel, y a un precio increíble, el Downtown Beds. En ambos casos se disfruta de este proyecto tan inspirador y tan sexy.

8. Leer revistas: en Mexico las hay excelentes como Gatopardo, Código, Chilango o Travesías. Y las de moda no regalan nada. Un país con buenas revistas es un gran sí.

9. Ir un domingo a San Ángel: el orden es: visitar la casa de Diego Rivera y luego almorzar en San Angel Inn. Esa es la secuencia correcta de actos.

10. Pasar una mañana en Coyoacán. Allí hay que (ojo al imperativo), comer un helado con nombre «Oración de Viento» u «Ofrenda de Muertos». Huelga decir que es obligatorio (ojo al tono) visitar el Museo Frida Kahlo o la Casa Azul. Cada vez que lo hago descubro algo nuevo. Esta vez me enteré de que en la cocina hay dos relojes. Uno de ellos marca la fecha en la que Diego Rivera se divorció de Frida Kahlo. Por este sentido trágico de la vida, a Frida hay que quererla. Si hay tiempo se puede visitar el Centro Cultural Elena Garro, otra lección de buen gusto mexicano. Sí, otra más.

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Esta entrada fue publicada en junio 8, 2013 por en Arquitectura, ideas, Viajes y etiquetada con , , , .
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